lunes, 14 de junio de 2010

“Falta el pescado y no sabemos por qué”


Nicaragua.- En algunas zonas de Ometepe, en el lago Nicaragua, la pesca va a menos. En Moyogalpa, Pedro recuerda los años en que pescaba hasta ocho o diez cubos de pescado y ahora asegura no pasar de un par de ellos cada vez que sale al lago. No sabe muy bien a qué o a quién echarle la culpa. Se pregunta si habrá más contaminación o si ellos mismos habrán explotado demasiado el lago. Y también recuerda que esa fue una zona de mucho pimponeo.

En la modalidad del pimponeo participan dos embarcaciones. Una espera con las redes tendidas en un extremo y la otra, en otro extremo, intenta conducir el pescado hacia esas redes golpeando el agua, introduciendo ruido. Los pescadores consideran que se trata de una práctica que mata al momento al pescado pequeño y espanta al grande hacia otras zonas, por lo que todos aseguran rechazar el pimponeo.

“En San Miguel sólo teníamos a un pescador que pimponeaba”, hace balance la presidenta de la cooperativa de San Miguel, Paula Zacarías, también presidenta de la Unión de Cooperativas de Ometepe. “Un día lo agarré y le dije que eso no lo podía hacer más, que el pimponeo mataba al pescado. Y que si lo volvía a ver pimponeando, avisaba al ejército. Medio se rió y me contestó que no me preocupase, pero no lo volvió a hacer”.

En el Pacífico, en el Golfo de Fonseca, hacia donde partimos hoy, las malas prácticas vienen no del pimponeo, sino por el uso de bombas con dinamita. “Me llamó un día un presidente de una cooperativa y me dice: ‘Han agarrado a un socio pescando con bomba y el ejército le ha requisado la panga y el motor’, cuenta Cairo Laguna, presidente de la Federación Nicaragüense de Pescadores Artesanales. “Yo le contesté: ‘Y vós que querés que yo haga?’. Me contestó: ‘Quiero que recuperés el motor y la panga’. Yo le dije: ‘No hermano. A ustedes no les hemos dado formación en leyes?, no les hemos formado en temas de medioambiente?’. ‘Sí lo han hecho’, me dice. ‘Pues entonces no me digás más nada’.


Las causas de la falta de pesca vienen de múltiples direcciones. Las malas prácticas constituyen la parte que es responsabilidad directa de los pescadores artesanales. De la contaminación, de la sobrepesca, de la destrucción del entorno natural, sólo tienen una responsabilidad parcial, a lo sumo. Y de otras, como del cambio climático, ninguna. Cairo Laguna atribuye al cambio climático buena parte de los problemas: “Ya está comprobado de forma científica que el cambio está afectando tanto a la pesca en lagos como en el mar. Hay especies que migraban todos los años hacia nuestras zonas y que ya no aparecen. De otras, hemos sufrido reducciones muy bruscas. Para los pescadores, el problema del cambio climático no es palpable. Ven que cada vez pescan menos y no saben por qué, pero para la Federación lo del cambio climático es una de las cuestiones más preocupantes”.

Foto: Marcos Canosa
Texto: Gonzalo Brocos y Xurxo Salgado

2 comentarios:

  1. SI, si, si....grandes e boas fotos, parabens para todo o equipo de Agareso e en especial o fotógrafo.

    Ánimo.

    ResponderEliminar
  2. Yo no soy ninguna experta en la materia, pero para mi que sí que el cambio climático va a tener algo que ver...
    Buen trabajo, chicos.

    ResponderEliminar