lunes, 14 de junio de 2010

Dignidad


Nicaragua.- A Paula Zacarías, presidenta de la Unión de Cooperativas de la isla de Ometepe, en el lago Nicaragua, no hay quien la arredre cuando toca la defensa de los pescadores. Es difícil imaginar una presidenta mejor para la Unión. “No sabré leer pero a mí nadie me echa para atrás”, sentencia. Nos cuenta qué pasó, meses atrás, cuando el Gobierno decidió de un día para otro vedar la pesca del sábalo real en el lago.

Llegaron aquí y dijeron que se nos vedaba la pesca del sábalo real a partir de ese momento. Fue una sorpresa. Ellos ya habían hablado con nosotros de una veda, pero se habían comprometido a avisarnos con tres meses de antelación. Y de repente llegan y nos dicen que no podemos pescar sábalo, que sólo se puede pescar en pesca deportiva. Entonces yo les digo: ‘¿Pero cómo para pesca deportiva? Si aquí en la isla somos todos pescadores humildes. Pescamos para sobrevivir. Aquí en la isla, en las comunidades, no hay pesca deportiva.

Ellos dijeron que tenían esas instrucciones y punto. Pero yo no me quedé quieta. Yo me fui a Managua (una hora en ferry y otras dos horas y pico en coche) varias veces. Estuve allí en el Ministerio, hablé con mucha gente y todos me decían lo mismo, que la orden de la veda del sábalo había salido del ayuntamiento de Altagracia y que ellos no podían hacer nada.

Entonces me fui a la Casa Sandinista y les conté lo que sucedía. Les dije que esto era una injusticia y que no iba a parar hasta arreglarlo, que iría a dónde tuviese que ir y que hablaría con quien tuviese que hablar. La persona con la que me reuní me contesta: ‘No te preocupás más’. Y me dio una carta, grapada y sellada, para que se la entregara a un directivo del Ministerio.

Yo agarré y me fui allí con la carta. Pero cuando llegué a quien tenía que llegar me recibió de muy malos modos y no me quería atender. Yo creo que esa no es la forma en que un político debe recibir a alguien del pueblo. Pero a mí nadie me echa así por las buenas. No sabré leer pero soy grande y además no me dejo pisar. Yo metí la pierna y el brazo en el quicio de la puerta y pensé: ‘Si no me querés recibir vas a tener que empujarme y echarme de aquí por las malas’. Entonces tuvo que abrir la puerta y escucharme. Le di la carta, le quitó las grapas, la leyó y nada más leerla miró para mi y me dijo: ‘Váyase tranquila, pueden pescar sábalo a partir de ahorita mismo. Le doy mi palabra’.

A mí su palabra no me parecía suficiente. Yo quería un documento, pero no me lo dio. El dijo: ‘Mi palabra es suficiente. Confíe en mí”. Volví entonces a mi comunidad, a San Miguel, y le dije a los chicos que ya podíamos salir a pescar, pero nadie las tenía todas consigo porque no había papeles. Me dijeron que si salía yo la primera, por si pasaba algo. Y salimos. Y al poco ya llegaron los papeles y ya nos dijeron que podíamos pescar sábalo por seis meses más antes de la veda.

Texto: Gonzalo Brocos.
Fotos: Marcos Canosa.

2 comentarios:

  1. Increíble....la pesca deportiva está permitida y la pesca para subsistencia no....esto es de otro planeta....Enhorabuena por haber conseguido aplicar vuestros derechos. Desgraciadamente, muchas veces nos dejamos pisar ante un atajo de Políticos ineptos que se sienten los amos del Mundo....Un abrazo y gracias por hacer visibles vuestros problemas

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  2. Xa se di por aquí: Quen non chora, non mama.

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