martes, 29 de junio de 2010

Concluyendo. Lecciones de solidaridad


Costa Rica.- Llega el final del viaje y entre aeropuertos y aeropuertos, de vuelta a España, aprovechamos para abrir balance periodístico y personal. Fueron tres semanas de compartir muchas horas con pescadores artesanales, personal de ONGs e instituciones. Era el objetivo principal que nos trajo a Centroamérica. Compartir experiencias y contarlas; aportar mayor conocimiento sobre las necesidades del sector de la pesca artesanal y sobre el papel de la cooperación gallega en su desarrollo.

Salíamos con un claro objetivo de contribuir a la comprensión de la situación de la pesca en Centroamérica. No pretendíamos convertirnos en espejo de la realidad. De un lado, se trataba de darle voz a los que deberían ser los protagonistas de la cooperación y del desarrollo, en este caso las comunidades pesqueras. Buscábamos también encajar la situación de las comunidades pesqueras en un contexto social, entender por qué las cosas son como son.

En ese camino, nos dimos cuenta de que para nuestro trabajo, la corriente de solidaridad Norte-Sur no era más que un foco colateral, aunque importante; que lo que queriamos transmitir eran las historias y opiniones de personas, pescadores y pescadoras, comercializadores y comercializadoras, que trabajan día a día en su entorno por dejar en herencia un mundo que sea un poco mejor del que han recibido, que luchan por el futuro colectivo de sus familias, de sus comunidades y de su entorno.

Con muchos de ellos, pescadores, técnicos, cooperantes, compartimos sólo minutos, horas o días en el mejor de los casos. Nos despedimos de todos como lo hizo de nosotros en Nicaragua Néstor, de la contraparte Líder, todo atención y amabilidad: “En la vida hay personas con las que uno está destinado a encontrarse sólo unos minutos, pero sólo esos minutos pueden haber valido la pena”. Sentimos que así fue, que con sus luces y sombras, valía la pena transmitir los ejemplos de solidaridad, dignidad y lucha que nos ofrecieron muchas personas implicadas en la pesca artesanal o en la cooperación.

Anoche cerramos viaje en San Salvador. Primer día que trasnochamos hasta más allá de la una de la madrugada. Acabamos la noche jugando al futbolín en un bar con un grupo de salvadoreños. Les contamos que un paisano nuestro inventó el futbolín y nos sorprendemos de las diferencias entre el futbolín salvadoreño y el gallego. En El Salvador, hay tres jugadores en línea de portería y dos en defensa. Es muy diferente al de allá pero no hay problemas para entenderse y para jugar. La base es la misma. Jugamos a un juego común, a un juego global. Acabamos la noche haciendo equipos mixtos El Salvador – Galicia.

Texto: Gonzalo Brocos.
Fotografía: Marcos Canosa.

lunes, 28 de junio de 2010

Conclusiones: El Arte de la pesca



El Salvador.- Todo viaje tiene un fin y el nuestro toca al suyo. Hoy es el último día en tierras centroamericanas. Cuatro países, 21 días de viaje y docenas de pescadores entrevistados. También líderes asociativos, ONG´s y representantes institucionales del mundo de la pesca artesanal.

Nuestro viaje nos ha llevado a Managua, Corinto, la isla de Ometepe y Potosí en Nicaragüa; San Lorenzo, El Coyolito y la isla de Amapala en Honduras; San Salvador, El Cuco y el Bajo Lempa en El Salvador y Ciudad de Guatemala, San José y Punta Iztapa en Guatemala.

Hemos conocido los principales retos y problemas de la pesca artesanal, los beneficios del Profopac, los proyectos de la cooperación gallega y, sobre todo, nos hemos empapado de cultura pesquera.

Son muchas las conclusiones que sacamos y las lecciones aprendidas. Los pescadores centroamericanos son sabios, muy sabios, pero necesitan ayuda. Su principal problema radica en la falta de ordenación de su sector. La competencia de la pesca industrial, la contaminación, los problemas de comercialización y la captura masiva de especies por falta de vedas pueden arruinar su medio de vida.

Son conscientes de los problemas pero piden la intervención de los gobiernos y de la cooperación para ayudarlos. El programa de formación de la pesca artesanal de Centroamérica (Profopac), un proyecto impulsado por Cooperación Galega, y en el que colabora Amigos da Terra y Asamblea de Cooperación por la Paz, los ha ayudado a ordenar un poco su sector, pero la ayuda no es suficiente.

Implicación internacional y nacional


Muchos de ellos piden más cooperación a Galicia de la que se sienten agradecidos. Quieren saber más sobre comercialización y gestión empresarial y piden más medios materiales. Y es que los centroamericanos saben que sin la cooperación internacional muchos de sus proyectos no salen adelante.

Pero esa ayuda debe ser responsable. Algunos proyectos de esta región mueren nada más empezar por falta de previsión. Por eso son importantes los proyectos piloto y los programas por fases como es el caso del Profopac.

Además de la ayuda internacional, los gobiernos deben reaccionar y apoyar un sector que comienza a dar síntomas de cansancio, agobiado por la pesca industrial y la escasez de especies. Los países centroamericanos son ricos en pesca pero su población no la consume; bien por su precio, bien por asociarlo a la contaminación de ríos y mares. Por eso deben implicarse más en campañas de concienciación y formación.

También las sociedades centroamericanas deben implicarse y apoyar a sus sectores pesqueros. No vale vender un producto de calidad con la marca “producto de exportación”. Hay que crear marca y consumo propio, no para los “cheles”, para los extranjeros.

Agareso termina una fase de su proyecto. Vendrán más y esperamos estar aquí, nuevamente, para contarlo. Lo más importante es la gente. A su progreso y bienestar van dirigidos nuestros proyectos y nuestro trabajo. Hay miles de nombres anónimos que durante estas semanas se convirtieron en protagonistas de nuestras historias; Omar, Simón, Francisco, Willian, Luis, don Beto, Carlos, Fátima, Carmen y un largo etc. A todos ellos muchas gracias por hacer que la pesca siga siendo un Arte en un mundo de sombras.

Texto: Xurxo Salgado
Fotos: Marcos Canosa

“Pescando lo mismo, ganan más”

En unas horas concluye el trabajo del equipo de Agareso en Centroamérica, así que para ir cerrando buscamos un breve balance de los proyectos de Cooperación Galega con la pesca artesanal. Hablamos con Xavier Vázquez, el evaluador independiente contratado por la Xunta para ‘auditar’ los proyectos, y con José Daniel Rodríguez, el coordinador por Ospesca del Programa de Formación de la Pesca Artesanal, cofinanciado por la Cooperación Galega.

De lo que nos cuenta Xavier destacamos dos conclusiones. Una: “Los proyectos son en general muy positivos y han cumplido los objetivos iniciales de manera alta (…) Formularemos también sugerencias para su mejora futura”. Y dos, en un balance concreto del Profopac: “Pescando lo mismo, el sector de la pesca artesanal gana más”.

Tanto Xavier como José Daniel destacan otro punto de impacto del Profopac, el fortalecimiento de las instituciones pesqueras de Centroamérica y el establecimiento de puentes permanentes de la administración pesquera con los institutos de formación de cada país, de forma que los programas impartidos en el marco del Profopac se garantizan una continuidad futura.

Para José Daniel, resulta también evidente que el Profopac ha contribuido, dentro de sus limitaciones presupuestarias, a avanzar en el camino hacia la profesionalización de la pesca artesanal que han diseñado los siete países de Centroamérica integrados en Ospesca.

Los retos futuros de Profopac



Guatemala.- José Daniel Rodríguez, coordinador del Profopac, nos cuenta los retos futuros que, según el, tiene que afrontar el Programa de Formación de Pescadores Artesanales de Centroamérica (Profopac).

Reportaje audivisual de la visita de Agareso a Guatemala


Guatemala.- Navegamos por el río San José, en el municipio de San José (Guatemala). Desde aquí los pescadores salen al mar. Nos acompaña Cruz Martínez, Chucho, miembro de la cooperativa. Uno de los principales problemas de este cauce es su elevada contaminación. Los pescadores han presentado un proyecto a la cooperación internacional para su limpieza pero no ha prosperado.


En Puerto San José conviven los pescadores artesanales y de subsistencia. Los primeros se embarcan durante tres días seguidos para capturar especies a más de 150 millas. Los segundos viven de lo que pescan en las orillas.

En esta comunidad, la salida al mar es muy difícil. Tras la construcción de dos muelles envolventes, los pescadores, al igual que en El Cuco tienen que hacer muchas maniobras para evitar las grandes olas que se generan. En esa entrada murió hace dos años el secretario de la Asociación de Pescadores Artesanales de Guatemala.


Xabier Vázquez Pumariño, de la empresa Proxectos, contratada por la Xunta para evaluar los proxectos de Cooperación Galega mantiene un encuentro con formadores y coordinadores del Profopac y de Unipesca, la dirección general de Pesca de Guatemala, en este país centroamericano. Su objetivo es conocer como se ha desarrollado este programa en Guatemala.

Montaje: Xurxo Salgado

domingo, 27 de junio de 2010

“La formacion ha fortalecido la organización de los pescadores”


Guatemala.- Guatemala, última parada del evaluador independiente contratado por la Xunta para analizar los proyectos de la Cooperación Galega con la pesca artesanal de Centroamérica. En Guatemala, toca hacer balance de los cursos del Programa de Formación de la Pesca Artesanal (Profopac), financiado por la Cooperación Galega, y que en este país ha beneficiado a más de 200 pescadores. Comienza la mañana con una reunión del evaluador con el equipo de formadores que impartieron los cursos, con su coordinadora y con responsables de Unipesca y de Ospesca.

El encuentro busca clarificar puntos fuertes y débiles del Profopac de cara a la mejora de futuros proyectos formativos. Queda claro que los pescadores aprecian la formación recibida: “Son muchos los que nos preguntan cuándo habrá más cursos”, valoran los formadores. De cara a cubrir esa demanda, apuntan también la necesidad de mantener una frecuencia adecuada en la oferta formativa.

Los éxitos de los cursos se miden en cuestiones prácticas como la mejora del manejo del pescado o mayores conocimientos sobre comercialización, pero también en intangibles: “Los cursos han fortalecido la organización de las asociaciones de pescadores”, valora la actual coordinadora del Profopac en Unipesca, Claudia Chonay.

Determinar los lugares idóneos para impartir la formación o los módulos formativos que pueden centrar futuros cursos constituyeron algunas otras de las cuestiones abordadas en la reunión técnica. Como reto de futuro, se plantea también la forma de lograr la sostenibilidad de la formación a la pesca artesanal. Que esa formación prosiga el día en que cesen los apoyos de la cooperación.
Texto: Gonzalo Brocos
Fotos: Marcos Canosa

sábado, 26 de junio de 2010

La ruta del malestar


Guatemala.- En nuestra ruta por el Pacífico centroamericano, de sur a norte, las conversaciones con los pescadores que nos encontramos confirman la progresiva reducción de las capturas. Los datos institucionales tampoco mienten. En Honduras, en el Golfo de Fonseca, en 2004 se pescaban más de seis millones de libras de pescado con escama. En 2009 fueron sólo 2,5 millones, quizás, en parte, consecuencia de un invierno poco lluvioso que propició un calentamiento de las aguas. Las instituciones aún no tienen explicaciones claras.

Los pescadores constatan la bajada de la pesca, el alejamiento de los caladeros de la costa y en definitiva, más costos y menos ingresos. Su malestar se reparte entre los gobiernos, la pesca industrial, la gran acuicultura del camarón, y ellos mismos. En la isla de Amapala, Honduras, los pescadores demandan la aplicación de vedas por parte de su Gobierno: “Si no hay veda, nosotros mismos matamos al pescado”, valora Francisco García.

Más al norte, en el Bajo Lempa (El Salvador), a los pescadores no les convencen las vedas que implanta de cuando en cuando su gobierno. Piensan que la veda al camarón está pensada para beneficiar a la pesca industrial, para permitir la salida del camarón joven al mar sin que sea capturado por la pesca artesanal, de forma que se beneficien los pesqueros de altura. Hablan también de plantarle fuego o bombas a los barcos de pesca industrial, a los que dicen ver muchas veces pegados a la bocana del Lempa, supuestamente sobrepasando la distancia mínima a la costa que deben guardar.

Sobre estas cuestiones hay denuncias ante Cendepesca. Con su responsable íbamos a hablar días atrás, aunque finalmente no pudo celebrarse la entrevista concertada.

En el Cuco, también en El Salvador, los pescadores también culpan a la pesca industrial de la captura de larvas y de peces de todos los tamaños. En una salida con ellos en lancha para pescar, nos cruzamos con un grupo de delfines. Les pregunto si los pescan. Francisco Salgado me contesta que no: “No los pescamos, aquí los cuidamos”, dice con orgullo. “Si uno cae en los aparejos y queda vivo, lo soltamos”, completa Alfredo. “Son animales muy inteligentes. Y nos chulean. A veces nadan al lado de la lancha y nos van adelantando en zigzag, cruzándose de un lado a otro. Son la autoridad del mar”.

En el mar parece no haber mucha más autoridad. Llegamos estos días a Guatemala y el sentir de los pescadores es similar hacia la pesca industrial y hacia los gobiernos. En la Asociación de Pescadores de San José, Carlos echa pestes contra los arrastreros y los barcos de cerco, que dice que arrasan con todo: “De lo que pesca un arrastrero, 10 es de pesca y 40 de descartes que vuelven muertos al mar”, sostiene.

Tampoco se corta Carlos al hablar de malas prácticas en la pesca artesanal: “A veces están echando el trasmallo en los arrecifes, una práctica prohibida, porque quedan allí trasmallos enganchados y continúan matando peces durante años. Entonces llamamos a la Naval, pero lo primero que nos dice la Naval es que no tiene gasolina para los motores”.

Texto: Gonzalo Brocos.
Fotografía: Marcos Canosa.